No obstante, debo reconocer que todos mis miedos
estaban infundados. No os podéis hacer idea de lo responsable que puede llegar
a ser una personita de tan solo 7 años. Ella sola comenzó a efectuar sus
pruebas de glucemia, a pincharse y a calcular el número de unidades de insulina
que debía de cargar, eso sí, bajo supervisión. El único problema que encontré
en esa etapa fue el tener que decir: No hija, no puedes comer más o al
contrario, te lo tienes que comer todo. Respetábamos, (y continuamos
haciéndolo), al máximo las raciones de
hidratos que le habían puesto en el hospital, y la pobre cuando había algo de
comer que le gustaba mucho, me ponía carilla de pena cómo diciendo porque no
puedo comer hasta que me harte. O al
contrario, sin tener apetito, sabía que debía terminar toda la comida. La
comida Ay! la dichosa comida…todavía no se me había complicado demasiado lo de
hacer los menús. Más adelante os pasaré algunos de ellos por raciones de
hidratos y con productos sin gluten.
Rápidamente comenzó a notar sus hipoglucemias e
hiperglucemias y ella misma sabía cómo tenía que actuar.Desde este blog intento ayudar a cientos de madres y padres, que, como en mi caso, un día recibimos la horrible noticia de “su hij@ es diabétic@”. A partir de aquel momento las preguntas invaden tu mente: ¿y ahora qué?, ¿qué hago?, ¿cómo le ayudo?, ¿seré capaz?....
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