martes, 12 de febrero de 2013

CONTINÚO CON MI HISTORIA, EN BUSCA DE INFORMACIÓN

Desde que me dieron la noticia, el único objetivo era encontrar artículos donde se atisbara una pequeña esperanza sobre una posible curación. Comienzas a leer y a leer, células madre, beta, islotes, cirugía… y nada, hoy, después de ocho años, sigue todo igual. No hay que pensar en su curación porque si algún día llega pues será estupendo, pero, mientras tanto, lo único que nos debe importar es que en ese momento nuestro hijo esté en perfectas condiciones. Para ello hay que aprender a vivir con la enfermedad, hacerla una más de la familia, no odiarla, todo lo contrario, quererla y cuidarla. Un buen control de la diabetes, no pasarte en raciones, no dejar de hacer una sola prueba de glucemia antes de cada ingesta y el deporte harán que los niveles de hemoglobina glicosilada de tu hij@ estén bien, y si los niveles están bien, todos contentos y felices.
Antes de recibir el alta hospitalario, y empezar a afrontar la enfermedad solos desde casa, empezó la tarea. Acudí a internet y encontré respuesta: tipos de hidratos: lentos y rápidos, el niño diabético en el colegio, pautas de insulina, cada cuanto hacer una prueba, qué hacer en caso de hipoglucemia o hiperglucemia, el cuidado de sus pies, y mil cosas más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario